viernes, 24 de febrero de 2012

Incomunicación social

¿Alguien me cree si les digo que estuve más de una hora para poder crear esta nueva entrada? Primero me olvidé el usuario desde el que ingresaba, por supuesto después me olvidé la contraseña y una vez que lo logré (juro que escucho la música de Carrozas de fuego de fondo) me decepcioné al ver que, a diferencia de lo que esperaba, no tengo miles de seguidores ni cientos de comentarios. El temita de la incomunicación me persigue hace varios años. Todavía recuerdo con nostalgia la época en que simplemente me entristecía llegar a mi casa, correr expectante al teléfono, marcar el *123 y escuchar esa voz femenina que (yo creo que con sarcasmo) nos sentenciaba: "Usted no ha recibido ningún mensaje nuevo". Sí, dije que lo recuerdo con nostalgia. Casi que extraño a esa locutora fría a la que le deseaba en secreto que NADIE (ni siquiera su madre haciéndole algún reclamo) le deje mensajes en su contestador. Porque, a pesar de todo y aunque por supuesto en ese momento no lo sabía, eran unos pocos segundos de frustración y a otra cosa. Es más, debo ser una de las pocas personas por la que un telemarketer sintió pena. Me llaman de Telefónica para ofrecerme un nuevo paquete en el que me aumentaban la capacidad de mi casilla. De la mísera cifra de tres mensajes guardados iba a pasar a tener una capacidad de QUINCE mensajes guardados por la módica suma de $3 pesos mensuales adicionales. ¿Qué le contesté? Que jamás de los jamases tenía mensaje nuevos, que nunca se excedería mi contestador y que lamentablemente, nadie se perdería de dejarme su recado porque simplemente no tenía lugar. El muy cínico me preguntó por qué nadie me llamaba y hasta se ofreció irónicamente a hacerlo cada tanto... qué gracioso, no?
Pasaron los años y tuve celular. ¿Quiénes me escriben? Los responsables de la empresa para ofrecerme más y más aumentos y todas esas ofertas del tipo Mandá Saraza al 2020 y descargate alguna pavada que seguro, seguro, no necesitás para nada.
Tuve mail. Mi novio tiene un promedio de 500 mensajes sin leer por día, yo alguna recomendación que me reenvía mi mamá de no cocinar en el microondas porque me voy a transformar en un mutante extraño, diversas opiniones acerca de si el uso de desodorantes causa o no tal o cual enfermedad y alguna cadena espiritualista que debo rennviar a diez contactos de mi lista si no quiero pasar el resto de mi vida perseguida por la mala suerte y la desgracia. T
uve facebook. ¿Alguien será conciente de lo fastidioso que resulta tener notificaciones que dicen que una persona que no ves desde la crisis del 2001 o que un amigo del amigo de alguien que conociste un día y que por curiosidad agregaste a tus amigos te puso cuarenta mil "me gusta" en las fotos de tu cumpleaños de hace tres años? Si no me conocés o no vas a poner un comentario interesante (o un comentario a secas), abstenete de presionar tu dedito sobre el botoncito izquierdo del mouse en la opción "me gusta"¿Estamos? Y como no aprendo, porque si el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, yo reafirmo mi condición humana con vehemencia, abrí un blog. Por lo tanto y en forma de llamado a la solidaridad les pido que me lean, me hagan comentarios, se hagan seguidores, etc, etc. y estarán colaborando a que deje de extrañar los días en que sólo teníamos un contestador en el que no tuviéramos "ningún mensaje nuevo".

sábado, 11 de febrero de 2012

Nueva en esto

Hace casi un año que quiero empezar a escribir un blog. No sé muy bien sobre qué ni para qué. Pero quiero y acá estoy. Tengo varias dudas acerca de esto. ¿Tengo que ser coherente en cada uno de mis relatos? ¿Es muy de goma ponerle un título que tenga que ver con mi nombre? ¿Me convenía abrirme una cuenta de twitter donde tengo menos capacidad de caracteres para poner pavadas? ¿Es importante que me lea mucha gente? Supongo que me iré dando cuenta con el tiempo, o no.
Hay cosas que sé sobre esto de tener un blog. O sobre lo que quiero a partir de tener un blog: quiero que la gente lo lea, pero no quiero que se note que me importa y quiero parecer graciosa, inteligente y divertida. Pero también sé que no soy una especialista en nada por lo tanto este blog no va a tratar ninguna temática trascendental; sé que soy bastante inconstante para la escritura y que soy incapaz de leer relatos larguísimos en blogs ajenos por lo tanto me retiro a tiempo.
Barb

Más dudas: ¿Está mal arrancar con un texto tan corto?¿Tengo que poner alguna especie de saludo cuando termino como "hasta la próxima" o "cambio y fuera" o algo así?¿Subo una fotito?